Proponen actualizar la imagen de Guadalupe para reimpulsar la búsqueda

Los peritos que realizaron las proyecciones de las fotografías de Sofía Herrera y María Cash ofrecieron hacer lo mismo con la de la nena desaparecida en San Luis. Esperan la autorización de la Justicia. 


Al cumplirse un año de la desaparición de Guadalupe Lucero, la causa de su búsqueda tiene unas 180 líneas de investigación distintas, motivó 400 allanamientos y recibió más de 180 denuncias telefónicas. Pero podría sumar en las próximas semanas una pieza clave: una actualización de la imagen de la niña realizada por los mismos peritos que en los últimos años dieron a conocer las proyecciones de los rostros de Sofía Herrera (desaparecida en 2008) y María Cash (desaparecida en 2011 ).

Los especialistas pertenecen a una consultora privada de seguridad, pero en todos estos casos trabajan ad honorem. Están reuniendo información e imágenes sobre el caso, a la espera de que la Justicia les permita colaborar en la causa, a pedido de la familia de Guadalupe. “Hablamos con la familia, de la que tenemos todo el apoyo, para la realización de la proyección, y ellos  solicitaron  a la Justicia que se incorpore esta actualización a la causa. No podemos intervenir sin el oficio judicial que lo solicite ya que se trata de la imagen de una menor”, puntualiza Walter Duarte, el titular de la consultora que lleva su nombre.

Por su parte, el perito Alberto Suárez, quien junto a Daniel Antiman, se encargan  precisamente de realizar el nuevo retrato, argumentan las razones de contar con una nueva imagen, a pesar de que pasaron 12 meses de la desaparición de la niña: “Es solo un año pero Guadalupe está justo en el período en donde empiezan a cambiar las piezas dentarias, de dientes de leche a definitivas, se modifica el maxilar, el rostro se va estirando y eso le da una fisonomía diferente. También es el momento en el que el cabello comienza a abultarse más”.

El perito compara la situación con la que se dio tras la desaparición de Sofía Herrera, otro de los casos en los que trabajó, que tenía tres años y requirió nuevas proyecciones por estas variaciones  previsibles en el aspecto de la niña por el crecimiento natural.